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sábado, 5 de noviembre de 2011

Fotos de capturas: Pedro Altaba y Richard Lentz una raya con un Tarzán en Fuenterrabía (Hondarribia), Guipúzcoa







Nos envía Pedro Altaba la crónica de una raya capturada con un Tarzán, pues nuestro amigo coleccionista zaragozano sigue pescando con Sagarra porque le trae muchas emociones. Le acompañó en el viaje otro conocido coleccionsta, Richard Lentz. Mejor nos cuentan sus aventuras.




El pasado sábado del puente de todos los santos fui a pescar a Fuenterrabía (Hondarribia), Guipúzcoa,  con Richard Lentz, amigo, coleccionista de carretes sagarra y gran aficionado a la pesca. 
 
Un servidor, como no, con dos carretes "Tarzán de los antiguos". Picó la raya de la fotografía, que era muy pequeña y fue devuelta al mar tras sacarle las consiguientes fotos. Utilicé sardina licrada como cebo. Pegó los conseguidos chasquidos de mandíbula en la línea de lo que contó Juan Urrutia en el artículo que figura en Nostálgicos y preferimos no echarle mano, por si acaso. PINCHA SI QUIERES VER LA CRÓNICA DE URRUTIA




 




El Tarzán la arrastró sin pestañear y la sacó del agua "a pulso", sin necesidad de más ayuda. 
 



La raya picó en la Ría del Bidasoa sobre las 22,00 horas del sábado pasado. La estrategia de pesca estaba pensada  "a lo que salga", con sardinilla licrada en anzuelo del 1. En la ría entran, además de peces habituales (doradas, lubinas, erlas...),  alguna corvina (endeja),  raya e, incluso, en la primavera pasada, presencié la picada  de un tiburón (marrajo) y, por supuesto, hay congrios.  Por eso pensé que la sardina era una buena opción. El montaje fue con línea del 0,40, plomo corrido de 125 gramos  y terminal de unos 2,50 mts. de fluorocarbono del 0,35. Y el Tarzán.  
 
El mar estaba movido, tomado y la ría bajaba con muchos arrastres de árboles y suciedad. El día fue malo, pues sólo sacamos la raya y un escacho (cuco), que le picó a Richard de madrugada. No fue un buen día de pesca. Los pescadores vecinos tampoco sacaron casi nada (desde luego nada reseñable).
 
Un poco más tarde,  el carrete volvió a demostrar su valía. Había  mucha corriente y tuvimos un fuerte enganchón, pues el mar de fondo cruzó las líneas. A Richard le había "picado" un hermoso tronco de árbol. El Tarzán arrastró todo sin problema hasta la misma orilla y allí arreglamos el enredo. Otro carrete no hubiera podido con tanto peso. 

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