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viernes, 2 de febrero de 2007

MODELO 51 (1951)




FOLLETO PROPORCIONADO POR RAFAEL EDO DE CASTELLÓN












Bobina única: 150m. hilo 0.25 / 100m. 0.35
Recuperación 50 cm. hilo vuelta manivela
Indicado para iniciados y todo uso
Pick Up en forma de aguja
340 gr.




Los siguientes dos hojas han sido proporcionadas por Juan Urrutia de Bilbao





Despiece gama moderna años 90 proporcionado por JORDI TUDELA





Carrete 51 de Pedro de la Sen Pardo (Valencia)







Caja de un modelo 51 (Imagen Enric Padrós "Arxiu de pesca")
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COMENTARO SAGARRA MODELO 51
TEXTO Y FOTOS: Juan Urrutia


Al igual que los coches de los años treinta, como el
mítico Ford T, su línea tiene ese encanto añejo y artesano
de las cosas hechas con cariño.

La robustez y calidad de los carretes Sagarra esta fuera de toda duda, recuerdo cómo, hace no pocos años, un anciano pescador lanzó su caña de bambú, equipada con un no menos anciano Sagarra, y como cebo una sardina entera encarnada en un anzuelo de tremendas proporciones, para, tras una picada de escándalo, izar, después de una dura batalla, la lubina más impresionante que he visto en mi vida. Además de buen material aquel hombre rezumaba sabiduría en esto del buen pescar, llegó, pescó y se fue. Seguramente sabía la hora a la que aquella lubina iba a pasar por ahí.


Mecanismo de apertura del pick up. Al girar la manivela
la palanquita encuentra un tope que hace cerrarse el sistema
de forma automática.


El modelo 51, por su tamaño y características era muy polivalente, apto para infinidad de técnicas, desde el corcheo hasta la pesca fina a fondo en ríos, pasando el uso de señuelos que, como las siempre eficaces ondulantes no requieren un alto ratio, más bien al contrario, para su óptimo manejo.
Ciento cincuenta metros del 0,25 de capacidad y un peso de trescientos cuarenta gramos. Podría responder a la descripción de cientos de carretes modernos, sin embargo se refiere a uno fabricado en mil novecientos cincuenta y uno. No es, como cabría suponer en un artilugio de cierta antigüedad, pesado en absoluto. Sin embargo, gracias a su baja velocidad de recogida y a la precisión de sus engranajes, si es muy potente.



El freno, compuesto por una arandela de metal y
otra de una fibra tratada para darle una excepcional
dureza, debía su gran precisión a un muelle integrado
en el mando que regula el grado de bloqueo de la bobina.

Cualquier carrete que se precie ha de tener un buen freno. Fiable, progresivo y potente a la vez que preciso. Sin él, podremos pescar peces pequeños y medianos pero el número de carpas, barbos, sargos, lubinas o lo que quiera que pesquemos, que se escaparán, bien por rotura del aparejo, bien por desgarrarse la boca del pez o incluso porque se enderece el anzuelo, será muy alto en cuanto los ejemplares superen con creces el kilogramo de peso. Si los Sagarra sacaron tantos grandes peces no fue sólo por su robustez y potente recogida sino por un fabuloso, y como casi todo lo que funciona bien sencillo, sistema de freno.


Uno de los rasgos más característicos de este carrete
era su pick up de apertura lateral y sin guiahilos. Los
modernos carretes llevan todo tipo de sistemas para
mejorar el bobinado y evitar el retorcimiento del sedal.
¿Será igual de efectivo el mecanismo de nuestro
protagonista?


Vamos a verlo...

Parece que no se le da mal...


Un bobinado perfecto sin necesidad de guiahilos con
rodamientos ni sistemas antitorsión pero con la perfección
de un diseño que no deja nada al azar.

Efectivamente, sorprende lo bien que, espira tras espira, el sedal se va asentando en la bobina.
Si comparamos el modelo 51 de Sagarra con los actuales carretes de similares características encontraremos que los segundos sólo aventajan a éste en la suavidad durante la recogida que les proporcionan los modernos rodamientos y, tal vez, en la forma de las bobinas modernas que ayuda a lanzar más lejos. Esto último es más relevante en unas modalidades que en otras. Ahora bien, los Sagarra, y este modelo en concreto, por supuesto, poseen un freno a toda prueba y en cuanto a su potencia y fiabilidad, sobran las palabras. Siendo estas cualidades mucho más importantes a la hora de pelear una buena pieza que una recogida confortable. Personalmente me quedo con los ruidosos pero infalibles Sagarra.


Pura artesanía. Además de la magnífica construcción de este modelo podemos observar algo que se echa de menos en muchos carretes de hoy, un puerto para engrasarlo, ubicado en el tornillo superior. No hay más que desatornillarlo, añadir un poco de lubricante y a pescar.

Podría parecer por mis palabras que sólo me gustan los viejos carretes y que aborrezco cualquier tipo de evolución técnica. No es así, hoy día existen magníficas y robustas maquinas de pescar... pero aún no conozco ningún carrete moderno que con un tamaño reducido y un peso de apenas trescientos gramos pueda levantar desde una altura de casi diez metros un sargo de dos kilos. Hablo con conocimiento de causa ya que un veterano asiduo a mi pesquero favorito, además de reputado cuentista y pescador, sigue utilizando un pequeño Sagarra para tal fin y somos muchos los testigos de la hazaña.


Curiosa indicación, la bobina debía hallarse arriba,
es decir, fuera de la cazoleta para poder lanzar
.

Evidentemente, algunos detalles como el pick up de apertura lateral o la necesidad de elevar la bobina en el momento del lance son inexistentes en cualquier carrete del siglo veintiuno. Hoy se sujeta el hilo con un dedo, se levanta el cepo y a lanzar... El acelerado ritmo de vida que llevamos ha afectado también a un deporte tradicionalmente relacionado con la paz y el relajo. Ya no se espera la picada, se busca, se lanza cada cinco minutos a un punto diferente y se preparan gametas ya cebadas para que nuestro aparejo no esté sin pescar más de dos minutos. A veces pesco así, las menos, pero normalmente no busco peces sino tranquilidad y la pesca deportiva moderna resulta estresante, pierde su sentido original que, exceptuando competiciones, es evitar que el trasiego semanal nos cause un infarto y, de vez en cuando, cenar pescado fresco. Lamentablemente, los Sagarra no tuvieron cabida en este mundo de bobinas cónicas, puentes de línea, altas velocidades de recogida, carretes fabricados por la NASA y estrés piscatorio. Claro que, si hay aficionados que llevan media vida pescando con su flamante Sagarra y se niegan a cambiarlo a pesar de los innumerables avances efectuados en lo que al material de pesca se refiere, por algo será.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

magnifico reportaje urrutia, estoy contigo en todo lo que dices en el y sobre todo me as sacado de una duda habia visto otro carrete con las letras escritas en la bobina de (bobina arriba para lanzar) pense que era una imitacion pero ya veo que los sagarra lo llevavan de fabrica, un saludo compañero y un abrazo.

Anónimo dijo...

Hola, escribo desde venezuela, les cuento que un señor de acento español en un rato de pesca me ofrecio su caña, me interese y al verla note que se trataba de una modelo 51, nunca la habia visto en persona, lastima que ya no esta sagarra actualmenete fabricando, de verdad me encanta, consegui este link interesado en saber mas de sus especificaciones y note que se trata de un b uen equipo de pesca

Anónimo dijo...

tengo carrete sagarra mod.51 en buen estado. Me gustaria saber en cuanto esta valorado? saludos