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sábado, 23 de mayo de 2009

Sagarra Tarzán contra la mega raya de 100 kilos( Una crónica de Jósé Docampo)

TARZAN CONTRA LA MEGA- RAYA

Nuestro amigo y colaborador ilustre José Docampo ("Sar-dina") se ha propuesto pescar una gran raya para un artículo de José Luis Lago para la revista Pescamar. En esta crónica nos cuenta la increíble batalla perdida contra una raya de 100 kilogramos en aguas de Gran Canaria, en la que su equipo, incluido un poderoso Tarzán, sufrieron considerables deterioros contra la bestia marina. Mejor nos lo cuenta y nos lo muestra en imágenes.

TEXTO: Jose Docampo (Sar-Dina)
FOTOS: Sar-Dina y Fernando Tarano


Editado por José Luis Lago





La caña y el Sagarra reventó ante la potencia del monstruo ¡¡¡INCLUSO UN SAGARRA NO PUDO CONTRA EL GIGANTE!!!!



Imagen de una raya capturada en otras ocasiones por el bueno de José Docampo


Es Lunes por la tarde, decido ir a echar unos lances en busca de una gran raya para hacer unas buenas fotos, me acerco hasta el muelle Gran Canario de Arguineguin. Me acerco es un decir, está a unos 60 km de mi casa, pero ya se sabe esto de la pesca no conoce ni distancias ni horarios.
Llevo dos equipos de big game, o eso creo yo, son los que tengo a mi alcance económico, y la verdad de blanditos para la pesca desde costa no tienen nada, más bien se podría decir que son los tíos duros de la orilla (aunque como siempre, a veces hay uno más duro que tú en el barrio y en esta historia para mi desconsuelo fue el otro). Los equipos que llevaba este día eran dos cañas copesca mod. Cantabria 620, con acción de 150/200 y sendos carretes, uno la leyenda, “Sagarra tarzan” classic el de los años 80, con cojinetes en manivela y piñón con cojinetes en la cazoleta y corona reductora en el interior, bobina de gran capacidad con 300metros del 60 trenzado, un maquina preparada para el combate, por lo menos hasta ese día. El otro carrete otro famoso de grandes peleas en orilla, el “Daiwa BG-90” made in japan , no el taiwanes, con naylon trenzado del 40, y dos bajos de línea exactamente iguales para ambos,


Fotos de los poderoso bajos de linea para un potente enemigo


Podéis observar en las fotos que los bajos son de sedal del 100/100 y anzuelos curvados en el arpón, para que se claven al salir, de esa forma al estar clavados en la boca y no en el estómago del animal, a éste le hace menos daño y presenta más batalla, pudiéndolo soltar luego de nuevo al mar vivito y coleando. También fijaos en el emerillon de doble coca que lleva, está unido al terminal con la protección de un guardacabos, para que no corte con la tensión el sedal, luego entenderéis el por qué de tantas precauciones)



Mi Tarzán y la caña preparadas para lo más de lo más

Pues bien como os comentaba, llegué, preparé los equipos y empecé a engodar la zona con salpicaduras de pasta de sardina y anchoa cada 15 minutos y a las cañas les coloque de cebo sendas sardinas lachas enteras, que son más grandes que las otras. Aunque menos aceitosas, pero aguantan mejor en el agua los ataques de la morralla y los lances de la caña, mientras me entretenía dando unos lances con una caña de spinning a la que le ponía como rápala una sardina lacha fresca.



Otro día os explico esta técnica y como es su montaje, gracias a eso tuve un par de ataques de algunas anjovas (pejerrey en canarias ) de pequeño tamaño que no llegaron a clavarse bien y si la de un choquito que no llegaba al medio kilo y que fue devuelto al agua sin no antes él, agradecérmelo con un chorretón de tinta que gracias a dios se fue todo al agua fallando en su intento de ponerme como un cubanito, negrito negrito.
Llegaron las 12:30 más o menos de la noche cuando de repente, empiezan a sacarme hilo del sagarra “tarzan”


Tarzan antes de abrirlo para ver sus heridas en casa

Por la forma de sacarme hilo me di cuenta en seguida que la pieza en cuestión estaba casi pegada así que cogí con firmeza la caña en mis manos, aseguré el freno y le mandé el cachetón de rigor para dejar a la bestia que estaba al otro lado bien cogida, yo no sabía en esos momentos lo que tenía entre manos, pero enseguida aquel monstruo de las profundidades se aseguraría de que yo lo supiera, empezó a sacarme hilo como un endemoniado, así que decidí ponerme el mango de la caña en la cintura bien apoyado y empezar a recoger hilo en el momento que parase un poco la carrera.



Parecía que nunca sucedería, aquella bestia no daba tregua, quitaba hilo de la bobina del tarzan como si no fuera con él la cosa, la verdad daba la impresión de que el freno poco efecto le hacía, pero de repente como que se quedo sin aliento y trato de coger un poco de resolló, fue mi momento empecé a recoger hilo despacio pero seguro, na de na , la mala bestia no
cedía más que unos simples centímetros de cada cinco vueltas de manivela.


Al tener la caña alzada hacia arriba y recoger hilo al mismo tiempo, logré por unos instantes separarlo del fondo, en ese preciso momento me di cuenta que la bestia no iba a vender barata su libertad, pesaba como una vaca y eso que estaba en movimiento, es decir que en el momento que decidiese posarse sería como intentar sacarle el tapón de desagüe al mar. Pero ahí estaba yo peleando un mano a mano con la mega-raya, gracias a la ayuda de mi tarzan y todo hay que decirlo de mi copesca que también se estaba portando como una campeona

Pero llevando 15minutos de batalla, ya no sentía los brazos, se me estaban quedando dormidos y por lo tanto casi no podía hacer fuerza para acercar a tierra al monstruo, así que tuvo que relevarme en el puesto mi compañero de pesca ese día.

Manolo, un muy buen pescador de aquí, que sabe y enseña mucho a todo aquel que se para a escucharle, así que mi compañero toma el relevo y empieza a bombear la caña y a robarle unos pocos metros a nuestro amigo. Pero él también se da cuenta y me lo comunica en el segundo bombeo que hace, que varar a semejante bicho, será un milagro, a los 15 minutos, también empieza a notar la terrible tensión a la que le somete el animal y un pescador que se encontraba allí con otros amigos y viendo el espectáculo se presta a ayudarle a bobear la caña entre los dos es decir mientras mi amigo Manolo lo sujeta y empuja la caña hacia atrás. Este pescador se sitúa delante de Manolo y le ayuda a empujar para poder ir robando unos metros y al mismo tiempo ir recogiendo sedal. Pero no hay tregua y al rato Manolo extasiado me vuelve a pasar la caña, estamos así turnándonos durante casi 40minutos, pero en una de estas cuando la batalla parecía ir poniéndose de nuestro lado, debido a la tensión que estaba sufriendo el carrete
cada vuelta de manivela que dábamos se rompen varios dientes de la corona del tarzan(esto lo supe cuando llegue a casa y abrí el carrete).


Foto del interior del tarzan


Si os fijáis también dejo holguras entre las bolas de acero inoxidable del cojinete


Aquí va la foto de la corona del tarzan con los dientes rotos



Se pueden apreciar aunque la foto no es muy buena, algunos dientes rotos. Aquí va la foto del tarzan sin la tapa del carrete donde se puede ver el cojinete


En vista de que no podíamos recoger como queríamos ya que el tarzan solo enganchaba un poco cada cuatro vueltas de manivela y la bobina daba vueltas como si estuviera loca, decidimos forzar a subir un poco a la raya, tirando de la caña ya que hasta el momento había respondido bastante bien y el bajo de línea no había cedido. Pero la raya no estaba por colaborar en la labor y ella decidió tirar en ese momento en dirección contraria


La bobina se tranco y sucedió lo que tenía que suceder, la copesca no aguanto el tirón y partió haciendo un estruendo igual que si se partiera una rama de un árbol y para más INRI, fue a partirse por el segundo tramo contando desde el mango, es decir uno de los más duros.



Aquí os muestro la foto del tramo de caña roto



Si, el jodio de mi amigo se escoñaba de la risa

A un así la bestia seguía enganchada al bajo de línea, así que decidimos darle un par de vueltas al sedal en un tramo de la caña para que no nos cortáramos y intentar si el sedal no se partía acercar a la bestia para poder hacerle las fotos y desanzuelarla, éramos tres hombres tirando del tramo de caña y no había manera de acercar al bicho.


Cuando empezamos a tirar hacia nosotros este hizo un último esfuerzo y tiro en sentido contrario, casi nos tira a los tres al agua y en ese momento aparte de que ya el terminal del 100 no aguanto y partió por donde estaba el guardacabos, nos dimos cuenta todos que la raya en cuestión superaba los 100KG

A lo largo del combate habíamos podido ver una enorme mancha en el agua mientras tratábamos de ganarle sedal, por lo que vimos nos imaginábamos todos que era grande, pero no tanto,( de todas formas al llegar a casa desmonte a “TARZAN” y le puse un nuevo alma, una corona de tracción con los dientes de bronce, seguro que la próxima vez nuestra amiga la raya no lo tendrá tan fácil??)



Foto de coronas, la de los dientes rotos y la de los dientes de bronce

Después de semejante combate y de salir escaldaos, “TARZAN” y yo, nos retiramos a lamernos las heridas, nos habían hecho morder el polvo a base de bien, así que una vez recogí todo mi equipo.




Me voy a casa sin la captura de mi vida, con la caña y la corona rota, ¡¡¡pero con una lucha inolvidable y una batallita que contar a mis amigos sagarristas!!!!


Salí pensando en la próxima jornada de pesca, pero no sin antes volverme hacia atrás, otear el horizonte del mar el cual se encontraba en una calma chicha total y dedicarle a la bestia un ¡¡¡¡¡¡¡¡“VOLVEREMOS”!!!!!!!.


Imagen del muelle donde voy a pescar las rayas

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Buena historia,pero si no visteis lo que era,¿como sabeis que era una raya y no un submarino?,jajaja.Antonio.

LUIS CUERVO dijo...

Buuuuf! Menuda pelea, por aquí no haya "bichos" así. Enhorabuena por el relato y espero que la próxima vez puedas con la mega raya, he disfrutado enormente con la historia. Saludos.

Luis Cuervo

Juan Urrutia dijo...

Soberbia pelea y relato, José, hubiera sido un milagro que la lograseis acercar a tierra con ese peso. Sólo el tiempo que lograste batallar con ella ya da idea de que eres un pescador de primera. Espero que esos piñones de bronce resistan al próximo monstruo, que seguro nos mostrarás a no mucho tardar.


Saludos.